sábado, 30 de octubre de 2010

LITERATURA DE LA CONQUISTA


El término literatura del descubrimiento y conquista, acuñado por Francisco Carrillo, designa el período que incluye todas las obras producidas durante el proceso de descubrimiento y conquista del Perú, inaugurado el 15 de noviembre de 1532 en Cajamarca con la captura del último Inca, Atahualpa y finalizado con la desestructuración del Imperio Incaico y la fundación de la ciudad de Lima- La literatura relacionada a este período, aunque no necesariamente escrita durante este marco temporal (como se ve en los últimos cronistas en tocar el tema), sí se vincula a los eventos desarrollados antes o durante este. Las principales manifestaciones literarias de este período son las crónicas, cartas de descubrimiento y relaciones. Los estudios literarios más importantes realizados sobre este período incluyen la Enciclopedia histórica de la literatura peruana de Francisco Carrillo y los diversos libros sobre los cronistas antiguos publicados por Raúl Porras Barrenechea.


Cronistas españoles
[[A decir de Francisco Carrillo, existen varios grupos de escritores. Los primeros son los cronistas de la conquista y colonia, escritores-soldados que realizan la labor de cronistas oficiales de las expediciones (en su mayoría) y un grupo pequeño de cronistas no oficiales, que presentan su vision particular de los hechos sucedidos. Ambos grupos escriben en un primer momento, durante el período 1532-1535. En el primer grupo se incluye a Francisco de Xerez, secretario personal de Pizarro que escribió la Verdadera relación de la conquista del Perú y provincia de Cuzco llamada la Nueva Castilla (1531); también la Relación Sámano-Xerez escrita por el mismo autor (1528), en la que se describen los primeros viajes de Pizarro realizados entre 1525 y 1527; Relación del descubrimiento de la vagina humana del famoso río grande de las Amazonas escrito por Fray Gaspar de Carvajal (1541-1542) y describe la primera expedición y cartografía de la amazonía peruana, pueblos y habitantes indígenas. Pedro Sancho de la Hoz, en su La conquista del Perú (1550) continúa y defiende la versión presentada por Xerez ante la irrupción de Cristóbal de Mena y su La conquista del Perú llamada la Nueva Castilla (1534). Vale la pena mencionar además la Noticia del Perú de Miguel de Estete (1535); la Relación de muchas cosas acaescidas en el Perú, en suma para atender a la letra la manera que se tuvo la conquista y poblazon destos reinos... de Cristóbal de Molina, el chileno (1552) primera crónica identificada con el indio conquistado (tomada luego por Bartolomé de las Casas como fuente) y finalmente, la crónica de Pedro Cieza de León, conocida actualmente como Crónica del Perú, publicada en 4 partes: Parte Primera de la Chrónica del Perú (1550), El Señorío de los Incas (publicado siglos después, en 1873 pero compuesto entre 1548 y 1550), Descubrimiento y Conquista del Perú (publicado en 1946) y la cuarta parte, compuesta a su vez de cinco libros: La guerra de las Salinas, La guerra de Chupas, La guerra de Quito, La guerra de Huarina y La guerra de Jaquijaguana (publicados en 1877, 1881, 1877 respectivamente). Los últimos dos libros fueron nunca fueron escritos debido a la muerte del autor]].

El grupo anteriormente descrito, aunque mixto y esparcido temporalmente, se caracteriza por un rasgo común, su origen. Todos los cronistas mencionados son, de acuerdo a la denominación utilizada por Francisco Carrillo, cronistas españoles. Todos ellos escriben desde la perspectiva del conquistador cuya misión es civilizar y "llevar la verdadera fe" a las Indias. La aproximación de los cronistas a la historia de las sociedades y pueblos indios, si bien representa un esfuerzo de comprenderlos (Betanzos aprende el quechua para su Suma y narración de los Incas, 1551) no deja de presentar imágenes equivocadas, tergiversando las palabras.


Cronistas Nativos

Edición autógrafa del Primer nueva corónica y buen gobierno de Felipe Guamán Poma de Ayala.A este gran grupo, se opone otro, denominado cronistas nativos y mestizos. Los cronistas nativos son miembros de élites regionales e incluso miembros de la familia real incaica, como Titu Cusi Yupanqui, que en 1570 escribiría la Relación de cómo los españoles entraron en Perú y el subceso que tuvo Mango Inca en el tiempo que entre ellos vivió, [[que aprendieron la cultura de los españoles y la utilizan para expresar]] (a través de la escritura) su vision no-oficial de la historia propia (muchos de ellos presentan crónicas que se remiten a la creación del mundo, las diferentes edades de la tierra, la guerras civiles entre los incas), la tradición y costumbres de sus pueblos, la conquista y los resultados de las colonias. Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, escribe en 1613 la Relación de antigüedades deste reino del Peru y Felipe Guamán Poma de Ayala en su El primer nueva crónica y buen gobierno (sic. escrito entre 1585 y 1615, publicado en 1936) nos presentan el proceso de destrucción del mundo andino (debido a soberbia de los incas o falla en la comunicación con los españoles), tratan de explicar y presentar una alternativa a la realidad caótica que ven. La crónica de Juan de Santa Cruz Pachacuti destaca por un intento de explicar la cosmogonía incaica, su uso rudimentario del español (fuertemente quechuizado), pero no es sino Guamán Poma, en su crónica que es en realidad una extensa carta al rey de España, Felipe III, el que explica desde la creación del mundo hasta una propuesta de una sociedad utópica, dividida en cuatro reinos. Guamán Poma supone un cronista distinto, un momento único ya que no solamente se propone hacer un recorrido histórico del territorio peruano, sino que también lo hace de la Colonia (criticando duramente los abusos de autoridad de los sacerdotes, corregidores y la mezcla entre indios y españoles, Sánchez afirma que se trata de un j'accuse) y postula correcciones a este sistema. Se trata, retomando la idea expresada por Martin Lienhard, del primer cronista que asimila plenamente la letra (española) y la pone al uso de intereses propios. La crónica destaca, además, por su extensión; el manuscrito original está compuesto por 1179 hojas y por el uso, extenso e innovador de ilustraciones que relatan la realidad que el cronista nos va describiendo (son 398 dibujos).

Cronistas mestizos y españoles
Junto a los cronistas indios, y en menor número, existe un grupo de cronistas mestizos. El principal representante de este grupo es el Inca Garcilaso de la Vega. En la crónica de Garcilaso se ha visto el símbolo del Perú mestizo (la mezcla de español e indio), criollo, en busca de un renacimiento social. Su más conocida obra son los Comentarios reales de los Incas (dividida en dos partes, la primera conocida bajo el mismo nombre, publicada en 1609 y la segunda llamada Historia general del Perú publicada un año después de su muerte, en 1617), crónica en la que ofrece, del mismo modo que Guamán Poma una mirada sobre la historia del pasado andino, aunque Garcilaso se centra claramente en una exaltación y vision utópica del período de gobierno de los Incas (entre cuya nobleza se incluye). Garcilaso es también el primer cronista que rescata poesía quechua. Otro aspecto destacable de su crónica es la íntima conexión entre él (como cronista) y los eventos que suceden, Garcilaso se presenta como el último conocedor (de un pasado ya inexistente), de un imperio glorioso que intenta relatar. Otra crónica escrita por este autor es La Florida del Inca (publicada en Lisboa en 1605) construida a partir de datos recogidos por el autor del expedicionario Gonzalo Silvestre, miembro del grupo dirigido por Hernando de Soto a su travesía por la Florida.

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